Las Xanas astures están claramente emparentadas con las hadas irlandesas, escocesas y bretones son, por tanto, un mito indoeuropeo, extendido por toda Europa (hadas, mujeres de agua, etc.).
El mito actual sobre las xanas, es una deformación lejana de un antiguo mito celta, recuerdo de una antigua divinidad que era conocida en Asturias.
Al contrario que en otras regiones, que las mujeres se aprovechan de su belleza para condenar a los hombres, la mayor parte de las historias de Xanas las presentan como bondadosas.
Otra parte importante de la leyenda de las xanas es su implacable castigo a aquellas personas de mal corazón, que traicionan su confianza o que aceptan ayudarlas y se achican en el último momento.
Se dice que las xanas requieren una prueba de valor para ser salvadas, esta prueba puede ser de fuerza, de voluntad o de valor.
Las xanas son ninfas o hadas benéficas, vinculadas generalmente a cuevas, fuentes y cursos de los ríos, se supone que están atrapadas o ligadas a ellos, sin poder alejarse, por lo que buscan constantemente la ayuda de agricultores, cazadores o caminantes para que las liberen.
Tienen un aspecto totalmente humano al igual que su lenguaje, si bien son pequeñas de estatura. Suelen poseer una larguísima cabellera y son de una extraordinaria belleza. Visten habitualmente el traje típico regional y son cristianas.
Delante de sus casas extienden en ocasiones ruecas y ovillos de oro o plata, ya que una de sus actividades principales es hilar, y los mismos preciosos metales son los peines, tijeras, pollos y gallinas, bolos y bolas con que juegan en la mañana mágica de S. Juan.
Las Xanas son propietarias de fantásticos rebaños de ganado que sacan a pastar en la noche de San Juan y que desaparecen después de ellas por el ojo de la fuente en rayar el alba.
Estas hadas sólo son visibles al amanecer y no siempre resultan fugaces ya que a veces mantienen relaciones amistosas con los pastores y campesinos, quienes regalan objetos de oro o plata en agradecimiento a algún favor prestado.
Custodian fabulosos tesoros que reservan como premio para quien sea capaz de romper su encantamiento.
Pueden convertirse en formidables serpientes y son forjadoras de linajes de naturaleza divina. Asimismo, varias joyas supuestamente procedentes de los tesoros custodiados por las xanas son hoy objeto de culto litúrgico en algunas iglesias asturianas, como los cálices de oro y plata de Santiago de Aguiño (Somiedo),
El mito actual sobre las xanas, es una deformación lejana de un antiguo mito celta, recuerdo de una antigua divinidad que era conocida en Asturias.
Al contrario que en otras regiones, que las mujeres se aprovechan de su belleza para condenar a los hombres, la mayor parte de las historias de Xanas las presentan como bondadosas.
Otra parte importante de la leyenda de las xanas es su implacable castigo a aquellas personas de mal corazón, que traicionan su confianza o que aceptan ayudarlas y se achican en el último momento.
Se dice que las xanas requieren una prueba de valor para ser salvadas, esta prueba puede ser de fuerza, de voluntad o de valor.
Las xanas son ninfas o hadas benéficas, vinculadas generalmente a cuevas, fuentes y cursos de los ríos, se supone que están atrapadas o ligadas a ellos, sin poder alejarse, por lo que buscan constantemente la ayuda de agricultores, cazadores o caminantes para que las liberen.
Tienen un aspecto totalmente humano al igual que su lenguaje, si bien son pequeñas de estatura. Suelen poseer una larguísima cabellera y son de una extraordinaria belleza. Visten habitualmente el traje típico regional y son cristianas.
Delante de sus casas extienden en ocasiones ruecas y ovillos de oro o plata, ya que una de sus actividades principales es hilar, y los mismos preciosos metales son los peines, tijeras, pollos y gallinas, bolos y bolas con que juegan en la mañana mágica de S. Juan.
Las Xanas son propietarias de fantásticos rebaños de ganado que sacan a pastar en la noche de San Juan y que desaparecen después de ellas por el ojo de la fuente en rayar el alba.
Estas hadas sólo son visibles al amanecer y no siempre resultan fugaces ya que a veces mantienen relaciones amistosas con los pastores y campesinos, quienes regalan objetos de oro o plata en agradecimiento a algún favor prestado.
Custodian fabulosos tesoros que reservan como premio para quien sea capaz de romper su encantamiento.
Pueden convertirse en formidables serpientes y son forjadoras de linajes de naturaleza divina. Asimismo, varias joyas supuestamente procedentes de los tesoros custodiados por las xanas son hoy objeto de culto litúrgico en algunas iglesias asturianas, como los cálices de oro y plata de Santiago de Aguiño (Somiedo),
Pueden tener hijos, los Xaninos, que suelen cambiar por los niños de los campesinos para que sean alimentados e incluso bautizados. Los Xaninos se distinguen por ser extraordinariamente vellosos, aunque en ocasiones es preciso recurrir a otros artificios para descubrir el impostor y obligar a la Xana que vaya a recoger a su hijo y devuelva el niño raptado. Esta conducta de las Xanas se debe a que tanto ellas como las brujas carecen de pechos y no pueden amamantar a sus hijos.
Para desencantar a una Xana la costumbre más común era entregarle una pasta de pan.
Para desencantar a una Xana la costumbre más común era entregarle una pasta de pan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario